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Un mensaje con mucho cariño para las personas neurodivergentes, y para quienes les acompañan: Por más que estés atravesando los rigores del no encajar, de sentirte con dudas y sin respuestas, de sentir que no eres, no sientes, no puedes… Sí hay un camino.

Dirás que me es fácil hablar desde la barra y no estando al frente de este toro. Quizá sentirás que estás al borde del camino, que en el peor de los casos no hay esperanza. Pero tengo que resaltar que la mayoría de las personas me contactan en situaciones de frustración, de las cuales normalmente es posible encontrar alternativas.

Esto es para ti, padre, hermano, compañera, pareja, de una persona neurodivergente. Nisiquiera hemos hablado de lo que significa este término, y ya hablo de cosas emocionalmente fuertes. Tengo dos noticias: La primera es que la vivir así puede incluir un montón de cosas diferentes, que cada persona vive diferente (Nótese la redundancia). No hay una respuesta absoluta para «lidiar» con esto. La segunda noticia es que la escucha activa y comprensiva te va a abrir muchas puertas. Sal, salta, de tu comprensión usual de las cosas y ábrete a nuevos mundos.

El término Neurodivergencia incluye una cantidad de condiciones en las cuales el cerebro de una persona diverge de lo que «se espera» de un cerebro normal. Teniendo en cuenta que el funcionamiento cerebral deriva en una gran parte de todos los otros procesos de la persona, básicamente tenemos una persona que va a actuar diferente, y como he dicho antes, son una gran cantidad de cositas que se van a vivir diferente, tanto adentro como afuera.

¿Qué son estos procesos, funciones, situaciones que son divergentes? La capacidad de procesar emociones, de enfrentarse a situaciones diarias, de concentrarse, de ver las cosas, de vivir los estímulos – Dicho de otra forma, las experiencias que trae la vida -, de conducirse a sí misma como persona, de cuidarse, de verse, de vivirse… Y un gran etcétera. Este espectro incluye una cantidad de diagnósticos y transtornos, pero en este artículo quiero enfatizar en la experiencia de las personas. Habrá tiempo de hablar en cómo el diagnóstico y ciertas etiquetas influencian a las personas que conviven con nosotros.

He visto un reciente auge de popularización y consciencia de todo lo que implica el espectro neurodivergente. Tanto, que se ha vuelto algo parte de la cultura actual, sobre todo entre población joven, en contextos educativos, laborales, redes sociales, en el aspecto de parejas, y en conversaciones de todos los días. Existe algo muy claro, y es que una persona que ve, siente, vive el mundo diferente, necesita establecer puntos de conexión con el resto del mundo, y esto no siempre es fácil, no siempre es lo ideal, no siempre es posible. Existe un chiste común, y es que para una persona así es mucho más difícil mantener trabajos comunes – Entra la era del cibertrabajo y de las alternativas económicas online, mucho más amigables y menos amenazadoras a la vista de esta población -. En todo caso, el encuentro entre la población neurotípica (Normal) y la población neurodivergente, no ha sido el mejor.

En algún momento escuché otro colega decir que los neurodivergentes son mutantes (¿Te viste X-Men?), yo personalmente creo que son superhéroes. Tienen habilidades únicas y se adaptan a situaciones comunes de maneras impensadas. Conozco este gerente que específicamente se dedica a encontrar trabajadores neurodivergentes porque se especializa en dar soluciones a situaciones únicas… Y vaya que hace cosas increíbles.

Creo firmemente que en este aspecto, apenas hemos tocado la superficie. Me atrevo a decir que la neurodivergencia es uno de los caminos de la evolución humana, y lo digo con orgullo.

Existen diversos estudios en los cuales podría correlacionarse aspectos relacionados con la neurodivergencia, con el pensamiento propio. Pondré varios ejemplos. Si la distractibilidad es una constante en mi vida, se ha planteado la inquietud de que esto está relacionado con autoprotegerse de dolores emocionales; Se ha relacionado también las dificultades en socialización, con alteraciones del pensamiento de sí mismo; La capacidad de trabajar, con la capacidad de solución de problemas y la confianza en las propias habilidades. Yo estoy muy seguro de que una persona que ve que los demás se concentran y viven de maneras normales, se va a sentir afectada y va a tener dudas sobre sí. Lo he visto. Quiero resaltar aquí solamente dos libros en un mar de literatura: «El Cerebro Autista» de Temple Grandin, en que describe con detalle la experiencia única de la persona autista, y el gran «Sin límites» de Jim Kwik, en el que describe el viaje creando métodos de aprendizaje, en pro del desarrollo del potencial humano único, teniendo en cuenta que Jim tuvo que elegir, entre quedarse con sus limitaciones, o crear sus propios métodos para superarlas. Y en ello, ha abierto puertas para la grandeza.

De nuevo, esto es sólo la punta del iceberg. Prepárate para ver mundos nuevos.

Hablemos de redes sociales. Existe incluso una gran cantidad de vídeos cortos y materiales en redes sociales que lo ejemplifican. Inclusive existen creadores de contenido específicamente dedicados a crear vídeos relacionados a la neurodivergencia. Este último es un campo en que aún no hay demasiado material en español, y hay mucho en inglés. Sólo examina el hashtag #neurodivergencia y te vas a topar con toda una biblioteca de materiales que, más que llenarte de información teórica, te van a ayudar a ver la vida desde la perspectiva neurodivergente.

¡Hey! ¿Por qué compartirte toda esta información? Porque una cosa es vivir la vida desde la normalidad (Que por cierto desde este discurso comúnmente se llama neurotipia, propiedad de una persona neuro-típica), otra cosa es ver una persona que puede parecer errática, olvidadiza, distraíble, asocial, todo el tiempo frustrada, quejona y mucho más… Y otra MUY diferente es ver el mundo desde su perspectiva única, sus atollos y sus necesidades específicas.

Todo esto para contarte que la neurodivergencia parte no sólo desde la genética, sino de la historia difícil de la persona. Y lo tengo que decir, muchas veces parte del desarrollo temprano e infantil. Si yo, como padre o cuidador, no hago lo mejor por mí mismo… Puede que le deje a los seres que cuido, las heridas que yo no me haya cuidado.

Personas todas, creo que somos uno. Nos une la humanidad. Pensando en la humanidad, quiero inspirarte a que no sólo veas el espectro de la neurodivergencia desde las etiquetas comunes. «Es que es rarito», «Es que es bobita», «Es que es diferente», sino que veas la variedad en la experiencia. Tampoco te quiero invitar a que caigas en sobrejustificar que todas las personas neurodivergentes tienen grandes potenciales, memoria fotográfica, son grandes artistas, grandes financistas, grandes lo que sea. Muchas veces lo único que quieren – Me han confesado envidiar – es una experiencia de vida normal.

Vivir sin el cansancio de un disfraz. Sin estigmas. Solamente poder experimentar y ser. Tener relaciones constructivas. Crear. Hacer parte, querer y ser queridos.

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